El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de siete años de prisión impuesta en su día por la Audiencia de Sevilla, y ratitificada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, a un varón por asaltar, junto a otras tres personas no identificadas, maniatar y dar una paliza a un varón de 65 años para robarle el dinero que tenía en su casa, hasta «500.000 euros» según el acusado.
En una sentencia, fechada a finales del mes de julio, el Alto Tribunal rechaza el recurso de casación interpuesto por la defensa del condenado a siete años de cárcel por delitos de robo con violencia y lesiones.
Sobre las 20.30 horas del 16 de marzo de 2017, el varón, que actualmente cuenta con 31 años de edad, en compañía de, al menos, otros tres individuos que no han quedado debidamente identificados, y con los que actuaba de mutuo acuerdo, acudieron a una casa de campo propiedad de la víctima, de 65 años de edad, en La Algaba, a la que acudía casi a diario.
Los ladrones, con pasamontañas y capuchas, se metieron en la finca y se abalanzaron sobre el varón cuando éste acababa de entrar con su coche en la finca y se apeó del mismo para cerrar la cancela desde el interior.
Los asaltantes manitaron a la víctina con cinta americana y lo trasladaron hasta un pequeño callejón que hay entre la vivienda y la perrera, lugar en el que «le golpearon con violencia, con puñetazos y patadas, al tiempo que le preguntaban insistentemente sobre dónde guardaba el dinero, y que sabían que tenía 500.000 euros, conminándole para que les dijera dónde se encontraba la caja fuerte», según se indica en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico.
La víctima negó tener esta cantidad de dinero, precisando que lo único que disponía eran 1.500 euros en la caja fuerte que tenía en el laboratorio dental en el que trabajaba. Además, les dijo que las llaves del laboratorio y de la casa estaban en el hueco del freno de su coche, lugar al que acudieron y sustrajeron las mismas.
Amenazas de muerte a su mujer y su hija
Con unos cuchillos y un hacha que los delincuentes cogieron de la casa, le amedrentaron con cortarle los dedos si no les entregaba el dinero. Igualmente, le amenazaron de que si no encontraban el dinero en el laboratorio «mataban a su mujer y que también sabían donde vivía su hija y sus nietos» en la localidad de Torre de la Reina, perteneciente a Guillena, «para infundirle temor con causarles daño, aportándole datos personales de los mismos de los que se deducía que eran conocedores de sus identidades y de sus costumbres».
Permaneciendo aún en el citado callejón y custodiado por el condenado, la víctima intentó zafarse y hacerle frente, iniciándose entonces un forcejeo entre ambos. El varón fue fuertemente golpeado por el ladrón, quien avisó a sus compañeros, decidiendo seguidamente meter a la víctima en el interior de la vivienda. Allí, le volvieron a colocar la cinta americana y su cinturón en los pies.
La víctima, una vez, sufrió los fuertes golpes de los asaltantes, al tiempo que continuaban con las amenazas de matar a su mujer si no encontraban el dinero. Los ladrones se hicieron con el móvil de la víctima y otros objetos de su propiedad.
Atado y amordazado lo dejaron en su casa y se marcharon. La víctima pudo desatarse por sí solo pocos minutos más tarde, acudiendo velozmente a su domicilio habitual situado también en La Algaba ante el temor de que los delicuentes cumplieran sus amenazas. Una vez allí, comprobó que su esposa se encontraba «en buen estado»,aunque la misma le manifestó que momentos antes había escuchado como personas desconocidas habían tratado de entrar en su domicilio, haciendo fuertes ruidos, si bien no lo lograron dado que hicieron uso de unas llaves incorrectas.
Se dejó el DNI
En el lugar de los hechos, quedó abandonado el DNI del principal acusado, dado que se le cayó en el curso del forcejeo mantenido con la víctima. Ademas, según el repetidor de telefonía móvil de la compañía a la que pertenecía el teléfono móvil del acusado que da cobertura a la zona donde se encontraba la finca, éste se encontraba el día de los hechos y en la franja horaria en la que ocurrieron en la zona donde está situada la misma.
Como consecuencia de los hechos descritos la víctima, que falleció el 9 de agosto de 2017 por hechos ajenos a este ataque, sufrió fracturas en costillas y distintas contusiones por su cuerpo como consecuencia de los puñetazos dados por los asaltantes.
El teléfono móvil de la víctima y uno de los juegos de llaves sustraídos fueron hallados por un vecino de la zona unos 20 días más tarde cuando pasaba la mula mecánica por un huerto que tiene junto al lugar de los hechos.
Por estos hechos, la Audiencia condenó en septiembre de 2018 al acusado a cinco años y medio de cárcel por los delitos de robo con violencia e intimidación en casa habitada y con uso de instrumento peligros en concurso medial con el delito de detención ilegal y un delito de lesiones; y un año y medio de cárcel por un delito de lesiones. Y absolvió a otro acusado por estos hechos.
Esta sentencia fue ratificada meses después por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Pese a esto, la defensa del condenado llevó el caso al Tribunal Supremo, que ahora desestima el recurso de casación y confirma la condena de siete años de cárcel por este robo violento y por la agresión a la víctima.
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FUENTE: ABC DE #SEVILLA