La compañía Vortex Air, con sede en Melbourne, ha reconocido que está investigando el caso de un piloto de su plantilla que se quedó dormido mientras estaba al mando de una de las aeronaves de la aerolínea. La consecuencia de esta conducta involuntaria es que el avión se pasó de largo 46 kilómetros de su punto de destino, una isla australiana.

Los hechos ocurrieron durante la mañana del pasado 8 de noviembre cuando el piloto decidió ponerse al frente del avión, un Piper PA-31 Navajo Chieftain que iba sin pasaje, a pesar de haber dormido poco o nada la noche anterior debido a una crisis personal, según explica la prensa local. Por suerte, no hubo que lamentar víctimas ni daños materiales y la aeronave pudo aterrizar a salvo en King Island.

La aeronave funcionaba con piloto automático

“El problema se hizo evidente cuando la torre de control no pudo ponerse en contacto con el piloto y la aeronave viajó más allá del punto de destino previsto mientras operaba en piloto automático”, sostiene la aerolínea. Las grabaciones de control de tráfico aéreo registraron que se hicieron varias llamadas de radio al piloto sin que éste respondiera, informó un medio australiano.

A pesar de todo, la compañía aérea ha querido subrayar que se toma “en serio” la seguridad de sus pasajeros, tripulación y pilotos y que cumple con todos los protocolos exigidos en este sentido. “Este es un caso extremadamente raro, como lo demuestra el excelente historial de seguridad de la compañía”, ha puntualizado sin aclarar si expedientará o no al piloto por su temeraria conducta.

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