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Dos agentes de la Guardia Urbana arrestaron ayer lunes por la tarde a un hombre, de nacionalidad ecuatoriana y de 50 años de edad, por abusar sexualmente de una mujer, de 28 años, que se encontraba semiinconsciente y tendida en un banco del Passeig de Gràcia de Barcelona, cerca de la calle de Diputación, tal como ha avanzado la Cadena Ser y ha confirmado este diario.

Los dos policías fueron requeridos por un ciudadano que había presenciado cómo tres hombres rodeaban a la mujer y que uno de ellos le tocaba el pecho aprovechando el estado en el que ella se encontraba, según fuentes policiales consultadas por EL PERIÓDICO. Cuando los agentes se acercaron al banco, hallaron a la víctima y a uno de los tres hombres –el ahora detenido- en el banco. Enseguida se percataron de que la mujer parecía estar drogada. No podía mantenerse en pie y le resultaba imposible vocalizar e hilar un discurso coherente.

Cuando comenzaron a interrogar al hombre, el mismo al que el testimonio que había llamado la atención de los agentes había identificado metiendo mano a la víctima, este comenzó a ponerse nervioso, a rechazar responder ninguna pregunta y a tratar de marcharse del lugar. La situaciónse fue crispando hasta que, según las fuentes policiales consultadas, el sospechoso perdió los nervios, dio un empujón a uno de los policías y emprendió una carrera para huir. Los dos agentes le persiguieron y lograron detenerle, aunque no resultó posible reducirlo del todo hasta que llegó la colaboración de una segunda patrulla de la Urbana.

Según las mismas fuentes policiales, durante el forcejeo el arrestado propinó varios puñetazos y se resistió de forma agresiva a la acción de los urbanos. Los dos policías se personarán como acusación particular en la causa que se abra contra él.

Cuando regresaron junto a la mujer, solicitaron la presencia de una ambulancia, que la trasladó al Hospital Clínic para ser observada por un médico forense que determine si ha sufrido algún tipo de abuso sexual de mayor gravedad. También para comprobar si, tal como parecía, había sido drogada con escopolamina –popularmente conocida como burundanga-, una droga que a menudo se usa con finalidades criminales para anular la voluntad de la víctima y robarle o, como apunta el presente caso, abusar sexualmente de ella.

La mujer se ha quedado ingresada en el Hospital Clínic. Los agentes, tras cachear al sospechoso, intervinieron un colgante en forma de reloj y 900 euros en billetes pequeños que han entregado a los investigadores para que traten de averiguar su procedencia. Los Mossos d’Esquadra se han hecho cargo del caso.

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